Doble ración de fútbol ayer en El Planter. La Xarxa puso los goles y nosotros los últimos 20 minutos de fútbol.
Empezaron fuerte aquellos, antes de que llegara Pedro ya habian metido dos chicharritos. Dicen las malas lenguas que fue cantada de Luque. Tras la locura de goles inicial pusimos freno al equipo rival durante unos minutos antes de que llegaran dos más. Lejos de relajarse, el equipo rival corría y presionaba lo que no está escrito y Luque evitó que en lugar de 5 fueran 8.
Tras el descanso, nuevo dibujo táctico inédito durante las últimas temporadas, el 3-2-1 (Bingo!). Lo que parecía una blasfemia táctica, plantar la barraca perdiendo de cuatro, resultó ser una bendición. El juego de PSV fluía y llegábamos a puerta con más facilidad aunque con el acierto de siempre.
En conclusión, el feeling tras los partidos es indirectamente proporcional al número de goles que encajamos. O dicho de otro modo, cuanto más nos la meten más contentos nos vamos.
Y en homenaje a Luque, le pongo este karaoke para que siga cantando. Nonoaino ná!
Empezaron fuerte aquellos, antes de que llegara Pedro ya habian metido dos chicharritos. Dicen las malas lenguas que fue cantada de Luque. Tras la locura de goles inicial pusimos freno al equipo rival durante unos minutos antes de que llegaran dos más. Lejos de relajarse, el equipo rival corría y presionaba lo que no está escrito y Luque evitó que en lugar de 5 fueran 8.
Tras el descanso, nuevo dibujo táctico inédito durante las últimas temporadas, el 3-2-1 (Bingo!). Lo que parecía una blasfemia táctica, plantar la barraca perdiendo de cuatro, resultó ser una bendición. El juego de PSV fluía y llegábamos a puerta con más facilidad aunque con el acierto de siempre.
En conclusión, el feeling tras los partidos es indirectamente proporcional al número de goles que encajamos. O dicho de otro modo, cuanto más nos la meten más contentos nos vamos.
Y en homenaje a Luque, le pongo este karaoke para que siga cantando. Nonoaino ná!
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